6- FUNCIÓN HUMANA DEL ARTISTA III

6- Sexta Clase Teórica

FUNCIÓN HUMANA DEL ARTISTA     III

Los Padres que maduran a sus hijos en el cumplimiento de la naturaleza humana, adquieren la autoridad de su autoría y el derecho al beneficio de su realización vincular, pero también adquieren la naturaleza creativa de las normas de la creación, por lo tanto, emprenden la construcción de proyectos que beneficien, se ajusten a la naturaleza y embellezcan el ambiente natural.

Sobre la base del dominio de sus virtudes se transforman en virtuosos, sobre la base del dominio de sus juicios se transforman en maestros  y sobre la base del dominio de su sensibilidad se transforman en genios de la eficiencia. Genios que captan necesidad máximas que otros no alcanzan a captar, maestros en el conocimiento que otros  aun no logran descubrir y virtuosos en el dominio que otros, aun no logran realizar. Esta supremacía en las virtudes, conocimiento y sensibilidad es el talento al servicio de la naturaleza esperado por la Naturaleza de la Creación, que a lo largo de la historia humana, ha venido motivando a la sensibilidad, inteligencia y creatividad del ser humano. Esta admirable categoría de excelencia es el arte.

El arte de los procedimientos eficientes, de las finalidades y propuestas pretendidas por la naturaleza humana; no solo por el individuo, sino por la totalidad de las especies. Propuestas de trabajos para el bien común.

Trabajos por el bien común, crearían una economía del bien común, basada en la cooperación y desarrollo de la distribución equitativa, respetando la integridad de las personas y el medio ambiente. Recordemos que el maduro en la naturaleza humana es eficiente, justo y responsable.

Los emprendedores maduros en la naturaleza humana, no compitirían, sino que cooperarían en el bienestar de las especies. Los proyectos sometidos al criterio de lo necesario que beneficia a todos, cumplirían con satisfacer a las necesidades de la creación, ajustándose a la razón que los declare necesarios.

El PIB dejaría de ser un indicador de bienestar y pasaría a ser el resultado financiero de propuestas adecuadas a las necesidades comunitarias. La distribución de beneficios o regalías sería determinada por el desarrollo moral y ético de las personas ejemplares, y para aquellos cuyas necesidades básicas de vivienda, alimentación, educación y salud así lo ameriten. La evaluación de esas categorías sería realizada por los ancianos, expertos en la naturaleza de la creación. Así como también evaluarían la representación gubernativa y directiva de las instituciones públicas. Es curioso ver cómo, en nuestra sociedad democrática contemporánea, la elección de los representantes es decidida por el populismo de una mayoría inmadura e inexperta.

La experiencia en una sociedad natural es un grado. La designación de posiciones públicas, gobernantes,  líderes sociales, catedráticos y educadores, sería sometida a la evaluación de los más expertos en el tema.

En la sociedad natural, no existe lugar para ocupaciones antinaturales. Las propuestas más valiosas en una sociedad natural son: 1-El arte, la educación y medicina; 2-Medios de transporte y comunicación social, vivienda, urbanismo y medio ambiente, 3- Agronomía, energía y minería; elaboración de productos y servicios y 4-Obras públicas.

La economía, en una sociedad humana madura está al servicio de la comunidad en su conjunto, lo que es válido para todo no perjudica nunca a nadie. En una sociedad normal no existen  carentes de lo fundamental. Existen diferentes en desarrollo humano y en el dominio de las virtudes, pero no son económicamente necesitados. Cuando surge la pretensión de una pretensión válida para todos, todos cooperan en su realización. En una sociedad normal no existen las naciones como las conocemos en la actualidad, existe una sociedad universal con ciudades con nombre propio pero el nombre no atribuye potestad a la región. La única potestad en una sociedad normal es la de la naturaleza humana. Tampoco existen impuestos diferenciados. Cada uno opera en función del beneficio de la totalidad y la totalidad representada por los ancianos distribuye los beneficios en razón directamente proporcional a las necesidades válidas para todos. La finalidad de la sociedad no es económica sino cooperativa. La sociedad está para beneficiar a cada uno y cada uno está para beneficiar a la sociedad natural. No existen individuos a cargo del beneficio de una sociedad. Existe la asociación de expertos en la naturaleza humana que distribuyen las riquezas entre los individuos que justifiquen proyectos válidos para todo. Y para satisfacer las urgencias de los más necesitados.

La sociedad, como los individuos, ha de ser eficiente en el cumplimiento de la responsabilidad de cumplir con los máximos deberes naturales y esas máximas necesidades son las que deben ser siempre y en primer lugar satisfechas.

La organización social no tendrá multitud de partidos sino un solo entero. El Ideal Humano de Humanidad. Y la organización social será muy simple y transparente.

Naturaleza de la creación  (ideal absoluto de los máximos valores)

El máximo maduro, justo y experto (Naturaleza humana encarnada)

Asociación de máximos, justos, expertos, y maduros (gobernantes)

Sociedad entera

La sociedad normal, se centra en la norma responsable de responder siempre al cumplimiento del máximo deber. Existe el máximo deber actual y el máximo deber universal.

Quien prioriza el máximo deber actual por sobre el máximo deber universal se declara egoísta. Y quien prioriza el máximo deber universal olvidándose del cumplimiento del deber actual, perderá la vida. Por lo mismo, cada humano debe cumplir ambos deberes, orientando el deber actual y pidiéndolo al servicio del cumplimiento del deber universal, de ese modo se establece la individualidad y la familia del bien común la educación del bien común y la economía del bien común.