8 Octava Clase Teórica
EL ANIMAL
HUMANO
EL ser humano, como todo lo creado es un ser con una
naturaleza dual. Dispone de mente y cuerpo. La mente opera en el ámbito de las
necesidades, de los intereses y de los deseos y el cuerpo opera en función de
los apetitos y del miedo. El animal humano se comporta como cualquier animal.
La necesidad alimenticia es propia de la naturaleza humana, pero los apetitos
son propios del instinto. El hombre necesita alimentarse y el instinto le dice
a la mente lo que le apetece. Cuando los instintos superan a la necesidad
humana, se produce un trastorno. La devoción al apetito provoca adición. El
adicto a la comida engorda, el adicto al descanso provoca trastornos de sueño,
o trastornos nerviosos, el adicto al sexo provoca celos y la pérdida de su
función humana.
Instinto es una conducta no aprendida que se transmite
genéticamente de generación en generación y que produce respuestas semejantes
ante una serie de estímulos o sensaciones. El instinto no es consciente de la
razón que lo motiva a obrar. Por eso que la adición a los instintos, ciega la
conciencia del individuo. El animal humano debe ser controlado y dominado por
la conciencia natural del ser humano. Por eso consideramos patológico el
descontrol de los impulsos y normales a quienes los controlan.
El descontrol de los impulsos puede derivar en conductas
anormales como por ejemplo: trastornos explosivos intermitentes, agresividad
desproporcionada. Cleptomanía, “robos injustificados”. Rascado cutáneo
compulsivo. Tricotilomanía “arrancarse el pelo”. Ludopatía “juego patológico”.
Compra impulsiva, etc. Además de los trastornos obsesivos, trastornos de
personalidad, “antisocial”, parafilias “adicción al sexo”, alcoholismo, etc.
El control del animal humano y su dominio garantiza el
equilibrio necesario para el desarrollo del individuo, sin ese equilibrio es
imposible el crecimiento normalizado de la persona.
La conciencia humana tiene dos áreas de las que debe
responsabilizarse, una es el área de las virtudes, las que debe educar y madurar: la prudencia,
la firmeza y la templanza y la otra, es la que se refiere al control y dominio
del instinto de protección, mantenimiento y reproducción.
¿Cómo se cumple esa
misión?
Las virtudes deben ejercitarse.
Prudencia es el servidor custodio de la alternativa válida, esto indica que ante cualquier alternativa, es necesario
detenerse antes a distinguir si es una alternativa válida para uno o para un
grupo reducido, o si es una alternativa válida para todo. Ese discernimiento es
necesario realizarlo siempre, ante cualquier opción por la que se determine el
individuo a elegir. Del hábito repetido al discernimiento por la alternativa
válida para todo, se desarrolla la prudencia.
Firmeza es el servidor custodio del logro. Ante cualquier proposición considerada válida para todo y
máxima en urgencia y necesidad, la firmeza transforma la determinación en
consecuencia. Para educar la firmeza es necesario repetir el hábito a la
conquista, no por la recompensa, sino por el beneficio al común de las especies
naturales. La conquista no debe lograrse para disfrutar de recompensa alguna,
sino por disfrutar del derecho al beneficio del cumplimiento del deber. De ese
modo se educa la firmeza.
Templanza es el servidor custodio de las diferencias entre sujeto y objeto o entre causal y consecuencia. La
templanza se educa asumiendo de antemano, que en toda relación complementaria,
existen individualidades distintas. Toda existencia es conectiva, pero contiene
una identidad particular diferenciada.
La consciencia de esa dualidad en conectividad y diferencia,
posibilita la templanza frente a cualquier diferencia.
De este modo se maduran las virtudes.
¿Cómo madurar en el control y dominio sobre el animal humano
instintivo?
Existen tres grandes áreas instintivas con sus
particularidades cada una de ellas: el instinto de protección, de mantenimiento
y de reproducción. Vamos a indagar en cada uno de ellos.
Instinto de protección, es el servidor custodio del peligro. Ante un peligro, el instinto de protección alerta dando la
alarma, para protegerse de él. Este acto de protección es, en extremo, un acto
también de defensa. Ante el peligro surgen dos tipos de sensaciones parecidas
pero distintas en sus consecuencias. Una de estas sensaciones es la ansiedad
ante lo que se siente incapaz de lograr y la otra, es la angustia por sentirse
sin posibilidad de evitarlo. La ansiedad es una forma manifiesta de querer
lograr algo con urgencia, en este caso, frente a un peligro se quiere estar
seguro, protegido y tranquilo. La angustia es una forma de expresar la
impotencia frente a lo que se espera conseguir: tranquilidad, seguridad y
protección. Ansiedad y angustia sumadas en su extensión producen miedo. El
miedo es una sensación de un posible desenlace fatal; se teme al dolor, al
sufrimiento, a la muerte. Pero también se temen posibilidades imaginarias, como
cuando se entra en un lugar desconocido y se teme que alguien o algo aparezca y
ocurra un desenlace fatal. El miedo debe ser controlado y enfrentado hasta
superarlo. Ningún temor imaginario es real hasta que se establece la situación
de peligro. Frente al peligro surge la reacción del instinto de protección para
proteger; frente al miedo, no existe otra reacción que la de la conciencia de
superarlo. El miedo paraliza o frena la actitud arriesgada necesaria para
superar situaciones de riesgo. El riesgo no es en sí un peligro es solo una
posibilidad. Para afrontar esa posibilidad de riesgo, el individuo, ha de
valerse del discernimiento de la prudencia. Por lo mismo, la virtud es por
sobre el instinto. Controlar la ansiedad y la angustia son necesidades
naturales para evitar enfermedades físicas.
Enrique
Echeburúa "En el caso de los trastornos de ansiedad, la respuesta de miedo
funciona como un dispositivo
antirrobo defectuoso, que se
activa y previene de un peligro inexistente. Precisamente el ser humano actual
está abocado a abordar el fascinante problema de cómo controlar los aspectos
perjudiciales de las respuestas de miedo (que se pueden manifestar
psicopatológicamente en forma de trastornos fóbicos y de ansiedad) conservando,
sin embargo sus beneficios protectores".
Respuestas
características de ansiedad
Preocupación,
inseguridad, miedo, aprensión, pensamientos negativos, inseguridad,
incapacidad, anticipación de peligro, dificultad en la concentración,
dificultad para la toma de decisiones, sensación general de desorganización o
pérdida de control sobre el ambiente.
Síntomas motores
observables
Hiperactividad,
paralización motora, movimientos torpes y desorganizados, tartamudeo y otras
dificultades de expresión verbal, conductas de evitación.
Síntomas fisiológicos
corporales
Síntomas
cardiovasculares: Palpitaciones, pulso rápido, tensión arterial alta, accesos
de calor.
Síntomas
respiratorios: Sensación de sofoco, ahogo, respiración rápida y superficial,
opresión torácica.
Síntomas
gastrointestinales: Nauseas, vómitos, diarrea, aeorofagia, molestias
digestivas.
Síntomas
genitourinarios: Micciones frecuentes, enuresis, eyaculación precoz, frigidez,
impotencia.
Síntomas
neuromusculares: Tensión muscular, temblor, hormigueo, dolor de cabeza
tensional, fatiga excesiva.
Síntomas neurovegetativos: Sequedad de boca,
sudoración excesiva, mareos.
La angustia es la
sensación que experimentamos cuando nos
sentimos incapaces de superar algo, conseguir algo o, cuando nos preocupamos en
exceso por la posibilidad de que nos ocurra algo temido sobre lo que no tenemos
control. También surge esta sensación frente a cualquier amenaza a perder la
estabilidad y el equilibrio, tanto mental como corporal. Provoca angustia también, la baja tolerancia a la
frustración. Como podemos observar, la ansiedad es una sensación de expectación
extrema y la angustia, es una sensación de impotencia, de incapacidad ante lo
que se pretende o se propone.
La sensación de incapacidad, o
pérdida de lo que pertenece, angustia cuando se siente que se posee o que se
debe realizar y no se puede. Para superar estas sensaciones, es necesario
asumir que solo nos pertenecen nuestras experiencias, conocimientos y
sentimientos, y que solo se logra lo que se ha cumplido.
El Instinto de mantenimiento es el
servidor custodio de la alimentación, del descanso y del ejercicio del ser
humano. Como custodio, se encarga de despertar el hambre, de inducir el sueño y
de motivarnos al movimiento. Estos tres aspectos, nutrición, descanso y ejercicio,
son, aparentemente simples, pero, en un cuerpo sin control mental, se
transforman en conductas patógenas. La bulimia (exceso de comida) la anorexia
(exceso de alimentación) los trastornos del sueño (insomnio) trastornos por exceso de ejercicio (la
neurastenia el estrés o la fatiga crónica) o todo lo contrario, la indiferencia
ante la necesidad de ejercitarse (depresión o inactividad) Estos excesos deben
ser controlados para mantener una conducta natural normada y saludable.
El instinto reproductor es el servidor
custodio de la perpetuidad. El instinto reproductor se encuentra
contenido en el órgano reproductor. Por órgano se entiende la herramienta que
cumple una función. La función del órgano reproductor es la de reproducir. Todo
órgano produce bienestar en el cumplimiento de sus funciones y malestar en el
no cumplimiento de las mismas. El corazón, por ejemplo, en el cumplimiento de
sus funciones beneficia, pero si se extrema bombeando más o menos de lo
adecuado, crea problemas. La insuficiencia cardiaca puede producir la muerte
por un fallo cardíaco. Una arritmia cardiaca puede dañar el cerebro. Lo mismo
ocurre con los extremos del pulmón, por ejemplo el asma o la taquipnea,
aceleración del ritmo respiratorio, pueden producir daños fatales. Cada órgano
ha de cumplir su función sin extremar el uso de sus facultades. Uso no es abuso
y maduro, no es prematuro, lo justo no es delito, ni lo adecuado es
insuficiente o demasiado. Por lo que vemos, los órganos del cuerpo operan según
lo adecuado cuando son maduros, pero el órgano reproductor, encargado de la
reproducción de la naturaleza dual humana, a lo largo de la historia, ha venido
reproduciendo, al animal humano, sin reproducir al humano espiritual maduro en
sensibilidad, inteligencia y conciencia humana. Por eso observamos conductas
prematuras y abusivas, o lejos del dominio de la justicia humana. Al no
ajustarse a lo humano se deshumaniza.
El instinto reproductor perpetúa
al mismo tiempo al animal humano y al espíritu humano. Para que ambos puedan
decirse sanos y normales, deben estar saludables y sin contaminar. Deben ser
maduros. Maduro es por sobre prematuro y
a lo prematuro, le falta algo, es
insuficiente, no dispone de todo. No se ajusta y por lo mismo, ¡no puede
decirse licito, o legal, ni justo! El abuso, por el contrario, es un exceso, no
se ajusta a la norma, se excede y se transforma en ilícito, fuera de lo justo,
fuera de la ley. Luego, ¡no es justo!
¿Cuál debería ser entonces la
función correcta del órgano reproductor humano? El órgano reproductor humano es
dual. Ni el órgano reproductor masculino por si solo reproduce, ni el femenino
por si solo reproduce al ser humano. Ambos son uno en la reproducción. Cada uno
de ellos se debe a su complemento y si no se entregan, libre, voluntaria e incondicionalmente el uno al otro, el abuso
de uno u otro, se denomina violación y ese es un terrible delito, no solo ante
la ley civil, sino ante la integridad de la familia.
Violar es privar al otro de lo
que le pertenece, en este caso, la pureza, la integridad. La reproducción humana
no es un deseo que nace en la imaginación del individuo y que por ser de él,
hace con su idea de reproducir lo que le apetezca, sin por eso agredir a nadie.
¡No! La reproducción viene dada en el genoma humano de la naturaleza creadora. Es
decir, es previa al individuo. Se construye a las 8 semanas de la gestación,
cuando no existe aún consciencia en el individuo. Por lo tanto, no es un órgano
del que el individuo pueda, ni deba, apropiarse, porque no lo hizo él. Y si no
lo hizo, no le pertenece. Tomárselo, o apropiarse de él, al no ser suyo, lo
transformaría en ladrón. ¿De quién es el órgano genital? En principio, se debe
a su complemento, porque sin su otra mitad, no existe posibilidad de
reproducirse. Y juntos los dos: masculino y femenino, macho y hembra, pistilo y
estambre, catión y anión y positivo y negativo, se deben a su naturaleza. Lo positivo
y negativo se deben a la electricidad de donde salieron. Los pistilos y
estambres se deben a la naturaleza vegetal que los originó. Los machos y las
hembras se deben a la naturaleza de la especie animal a la que pertenecen
(hagamos hincapié en “pertenece”). Lo masculino y lo femenino, siguiendo la lógica
de la naturaleza de la pertenencia, -pertenece- a la Naturaleza Humana. Si pertenece
a la Naturaleza Humana, no es propiedad de individuo alguno. A no ser que el
individuo se apropie de él, en cuyo caso se transforma en posesión, y una posesión, no es pertenencia.
Si el órgano reproductor
pertenece a la Naturaleza Humana, veamos cómo debería ser utilizado de forma
natural sin que perjudique nunca a nadie, ni a nada. Pero antes de explicar el
funcionamiento natural normado del órgano genital. Vamos a darnos una vuelta
panorámica, para ver, cómo el dominio de los instintos, facilita la sanidad
mental y la salud física del ser humano. Comencemos descubriendo cual es el
producto del control y dominio sobre el instinto de protección.
Si nuestra conciencia controla
los extremos de ansiedad y angustia que derivan en el miedo, en una
actitud defensiva, eliminamos los extremos tensionales, es decir nuestras
conductas serían moderadas, amables, seguras y tranquilas, lo que produciría
encuentros pacíficos.
Si nuestra conciencia controla
los extremos alimenticios, las dependencias y adiciones y se alimenta
naturalmente, con las dosis apropiadas de proteínas, carbohidratos, grasas o lípidos
y vitaminas o minerales, si dejamos operar al instinto de conservación para que
nos conserve, estaríamos bien alimentados y eliminaríamos las enfermedades físicas
derivadas de la escasa, inapropiada o sobrealimentación. Si se controla el
ejercicio y la disciplina del sueño, o del descanso, el físico del humano estaría
sano.
¿Qué problemas se derivan de un
individuo sano físicamente y que controla la tensión y cuya actitud es
pacifica? Aparentemente ninguno, pero, disponer de una actitud pacífica, sobre
la base de la salud, es solo el inicio del desarrollo humano. Ese individuo
sano y pacifico debe interactuar con el ambiente y en ese ambiente existen
otros humanos. Los humanos nos comunicamos, no solo por enlaces, es decir, no
solo estamos ahí, unos junto a los otros, también intercambiamos elementos
motivantes, elementos intelectivos y elementos emocionales, y en ese
intercambio o comunicación, también existen reglas de ajuste o desajuste.
Imaginemos que el individuo
ejerce el control y dominio sobre los desajustes emocionales, ni sobreprotege,
ni es indiferente; sería emocionalmente estable. Imaginemos que ejerce el
control y dominio sobre los extremos intelectuales, ni arroga, ni ignora; sería
intelectualmente justo. Imaginemos que ejerce el control y dominio sobre su
motivación, ni se limita en el cumplimiento del deber, ni se extralimita
imponiendo; sería motivacionalmente responsable.
Un hombre o mujer, responsables,
justos y emocionalmente estables, que controlan y dominan la ansiedad y la
angustia, por lo tanto son pacíficos, tranquilos y moderados y que disponen y
gozan de buena salud, ¿disponen de todos los recursos para formar una familia y
establecer una tradición normada? ¿Qué ocurriría, en el caso de que se
sintieran tan normales con estos recursos y establecieran una relación reproductiva
por su propia decisión y sin el conocimiento de la naturaleza humana? Imaginemos
que han cumplido con todos los requisitos naturales de ejercer el control y
dominio sobre sus extremos emocionales, intelectuales, motivacionales, sobre el
instinto de protección, de mantenimiento y… ¿cómo se ejerce el control y
dominio sobre el instinto reproductor? Volvamos a recordar que el hombre solo
es hombre cuando domina sus instintos. Y
los instintos son tres.
Para mostrar su humanidad, en
otras palabras, para que el animal humano pueda ser dominado por el espíritu de
la naturaleza humana, los instintos humanos han de ser dominados por la
naturaleza humana del espíritu al que le pertenecen. ¿Qué significa esto, que
se debe ser célibe y virgen toda la vida? No. La Naturaleza ha creado los órganos
reproductivos para reproducirse. Entonces, ¿cómo se cumple el dominio sobre el
instinto de reproducción?
En primer lugar superando la
tentación de apoderarse de él. El órgano genital masculino se debe al femenino
y viceversa. Esto es semejante al Universal Serial Bus (USB) y el computador, o al disco duro y el computador,
¿qué puede hacer un software sin un hardware? ¿No pertenece el software al
hardware y el hardware al software? Si el hardware es expresado en el software
y el software realiza el contenido del hardware, lógico sería que se
reconocieran pertenecientes el uno al otro. Cuando algo no te pertenece porque
pertenece a otro la lógica nos dice que se debe respetar.
La naturaleza de la reproducción
humana exige el respeto por el órgano que pertenece al otro. Si se asume mutuamente
que es del otro, el individuo, tanto masculino como femenino han de descubrir
de qué otro se trata y qué condiciones debe contener. La Naturaleza Humana,
exige y obliga a que el otro o la otra sean maduros. Pero seguimos sin entender
cómo se logra la madurez del dominio sobre el instinto reproductivo.
Como hombre y mujer, deben
establecer su relación coital reproductiva, sobre la base del dominio sobre el
instinto reproductor, ambos deben ser declarados por la Naturaleza Humana, maduros
en ese dominio. Como la Naturaleza Humana, todavía no dispone de medios para
comunicarse con nosotros, la determinación de ese dominio viene dado por
pruebas o condiciones.
Si durante un tiempo prudente, se
acuerdan mutuamente, respetar sus órganos genitales y entregárselos en
condiciones intachables, luego de cumplir esa condición o cuarentena, de
respetar sus órganos y sobre la base del control y dominio sobre el celo
extremo y los instintos, se pueden ambos relacionar normal y naturalmente, como
quieran y cuantas veces quieran.
¿Qué problemas sociales,
familiares o individuales se derivan de este actuar?
Si los dos complementos
reproducen hijos sobre la base de educarlos en el control y dominio de la
ansiedad y la angustia, siendo pacíficos, justos en sus pensamientos y
expresiones, y respetuosos y responsables en el cumplimiento de su deber, si
tienen una alimentación equilibrada un ejercicio adecuado un descanso
suficiente para descansar y controlan y respetan el órgano que pertenece al
complemento y establecen su función en consecuencia con las normas de la
Naturaleza Humana, tendríamos, no solo
pocas enfermedades físicas, sino también muy pocos trastornos de personalidad.
Piensen en esto.
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